BUFÓN

Por las noches se acaban los chistes,
se quedan secas las carcajadas.

El silencio me pulveriza el pecho
y arranco a llorar… o a escribir,
que para mí es lo mismo.

Me enredo,
tomo fotos para reconocerme
hablo sola para saber que existo;
pero siempre termina la muerte abrazándome en el insomnio.

¿Cómo es que tanta tristeza se disfraza también de bufón?
¿Cómo soy tan lágrima y tan chiste al mismo tiempo?
¿Cómo logro eso?

Quizás al mirarlos vuelvo viva
y el sonar de sus carcajadas me recuerda que valgo la pena…
Sí, esta pena inmensa que soy cuando estoy sola.


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